“Todo llega para quien sabe esperar…” ¡Y cuánta razón tiene esa máxima! Parecía que los inconvenientes, los compromisos, el destino… Nos impedían calzarnos, de nuevo, las botas, coger el bastón y salir al campo, en mitad de la nada, a explorar. El teléfono sonó un viernes por la mañana. Era Pepe y, conociéndolo, ya tendría hora, lugar y fecha para documentar una nueva escapada. Al día siguiente, allí me encontraba yo, esperándolo. Una mañana fría de noviembre. La luna, aún, se mostraba imponente en el firmamento, pero ya se perfilaban los primeros tonos rojizos del amanecer y, como dicen por estas tierras, aún “no estaban puestas ni las calles”. Partimos con dirección a “Pegotes de Cámara”, el frente franquista. En la última visita, y debido a las altas temperaturas, solo pudimos visitar un par de búnkeres y refugios. Fue, más bien, cosa de Pepe, ya que sabía que me gustaría ver algo así y para quedarme “con la miel en los labios”. Sin embargo, allí nos encontrábamos de nuevo. El campo es un espectáculo en esta época del año. Verde, frondoso y exuberante como en un cuadro de Monet.
El domingo doce del tres del dos mil veintitrés.
En una visita organizada, por cierto, descubrí cosas que no las había visitado. Nos situamos en el aeródromo republicano de Benquerencia de La Serena.
Que allá por el 2006 me llegaron una fotografía, un colaborador, Manuel Tena. Donde aparecen los refugios que expondremos y el hoyo de bomba de aviación. (CRÁTER DE BOMBA) en este vídeo.
http://webdebenquerencia2.blogspot.com/2016/01/refugios-de-la-guerra-civil.html
Eh, según tengo leído un poco por encima, estos aeródromos eran campos auxiliares para cuando un avión averiaba o le quedaba poco combustible, contaba de una dotación de cazas, y un número de asistentes de vuelos, tropa y mantenimiento.
Las instalaciones eran bastante reducidas, pues supuestamente todo el personal que no tuviera de servicio, habitaban en los pueblos más cercanos al aeródromo, olvidaba, estos aeródromos, dependía por lo que tengo leído de Ciudad real.
Hola, como más o menos ya tenéis idea, sobre la visita que realizamos la web de guerracivilenbadajoz.com al castillo de Medellín, principalmente por qué el día no termino hay, visita al teatro romano, por parte de José Antoni, vista al asentamiento de Casa Herrera Basílica. Patrimonio de la Unesco, para seguir, ya que estaba cerca de este, el Acueducto subterráneo, para terminar en Alcuesca, visitando la basílica visigoda de Santa Lucia del Trampal y su centro de interpretación.
El día 12, un domingo de marzo del 2023, salimos en expedición a visitar vestigios de la guerra civil española, en la provincia de Badajoz, nos desplazamos a Castuera, para desde allí visitar el campo de concentración franquista, que se monta allí en un paraje inhóspito, para albergar todos los prisioneros posibles de zona republicana, dado que el fin de la guerra estaba cerca y cantado de mano el bando vencedor, como por desgracia sabemos el Rebelde o Franquista. Que nos mete directo a una dictadura que durara 40 años, y que la cual aún hay vestigios, pero no materiales, como quien exponemos aquí, sino mentales, que son los más peligrosos. Quedo muy marcada en cuatro décadas, el adoctrinamiento franquista, en nuestra sociedad.
Este campo es una muestra de lo que aún no se puede hacer, de las trabas burocráticas que existen, para exponer la verdad, la verdad con un centro de interpretación, donde las generaciones futuras, vean por sus propios ojos, que fue aquello y para qué sirvió… Y después cada cual saque sus conclusiones.
Durante la guerra civil española, el municipio de Castuera fue uno de los muchos lugares en los que se estableció el frente. Esto significa que fueron testigos del conflicto armado entre las dos partes beligerantes. En la actualidad, es posible encontrar restos y vestigios del conflicto al pasear por sus calles y alrededores en sus campos. Estas huellas son un recordatorio permanente para aquellos cuyas vidas fueron afectadas directamente durante este periodo turbulento en nuestra historia nacional.
Cuando comenzó todo sobre esta investigación de documentar los frentes, en la provincia de Badajoz, nunca imaginé que aún quedara tantos vestigios del mismo. Esta posición es un seguimiento de la línea del frente franquista de Don Benito. A ver cómo lo explico, los primeros vestigios que encuentro en la zona del valle del río Guadámez, son los del cerro llamado geográficamente, como Pegotes de Cámara, que encuentro mi primer nido ametrallador con un búnker, después encontré algunos más que están documentados junto a este primero, en la Web como frentes franquistas de Don Benito.
Mi inquietud me llega a tener en la cabeza que la línea del frente tiene que ser vigilada y defendida, en toda su totalidad que la compone. Y claro, esta estaría ocupado por los soldados de un bando u otro, por la tanto no termina las fortificaciones en estos cuatro km, de la zona de Pegotes.
Después de años, de investigación sobre la zona de Guareña. Aún me queda él cosquilleó de algo, me quedo atrás. Pensando para mí, lo cual me ocurre muchas veces. Supuse que este frente ya dado por documentado podría seguir, pues a la fecha, lo que tengo documentado en la zona, tanto republicana como franquista, y situándome un poco, creo que este frente franquista de Guareña tiene que seguir.
Decido un día investigar sobre el terreno, esta vez solo, con mi mochila, mi moto y la ilusión que me acompaña en estos eventos, que yo me preparo, por lo que disfruto como un crío con un juguete nuevo.
A lo largo de mi andadura por la red, me ha llegado, muchas veces, un escueto testimonio de relatos ocurridos a muchos extremeños. Durante la Guerra y en la posguerra, siempre la leí y guardé algunos, que tendré que buscar y publicar. Este último y primero en esta sección que se crea con motivo ya explicado. Me dio que pensar, ¿y por qué no? Agrupar todos estos testimonios que llegan en una página. Para que se pueda leer públicamente, tener más conocimientos de lo ocurrido. A través de familiares, como nietos, hijos, que escucharon mil y una veces la historia vivida por ellos. Abuelos y parientes cercanos que vivieron la guerra.
Todos los enlaces del final. Están relacionados con lo expuesto en el texto. Para mayor información.
¿Siempre he pensado donde estaba situado el frente franquista de Retamal? Sobre todo la posición que estaba frente al Puerto de los Argallanes, posición que llegaron a ocupar fuerzas internacionales, voluntarios que se enrola en las filas republicanas, en defensa de la misma, en España, dado la denegada ayuda a esta, por le pacto de no intervención acordada por las naciones extrajeras.
Hacía tiempo que nuestra salida no se realizaba un domingo, pues por varios motivos. El principal de todos, es por estar descansado para empezar la jornada semanal de trabajo, en una palabra llegar descansado el lunes. También por motivos familiares, y sobre todo uno bastante principal también, que los domingos son de caza, y que ya me han caído bastantes perdigones apagados encima. Pero este año, 20 de marzo, se hizo realidad. Salimos de ruta. 7 de la mañana.
Teníamos pendiente de terminar, dos búnkeres de la Posición Franquista de Pegotes de Cámara, seguir visitando, los hay allí para que José (Hijo), los conociera. He de investigar algo más sobre los escritos que en las defensas se encuentran.
Joaquín Carrasco Macarro, nacido en Villafranca de los Barros en 1947, emigrante desde los 14 años, informa que salió de su pueblo para no volver nada más que de visita, cosa que hace con frecuencia, pues conserva, además de sus muy estimables amigos y amigas, junto a sus hermanos la casa de sus padres.
A través de un correo electrónico más una entrevista personal, me cuenta la historia que le gustaría sacar a la luz a través de mí, página, en esta nueva sección donde se publicarán todas esas historias que están en el olvido y quieran contar, para de esta forma darlas a conocer. Joaquín, nos cuenta, en la entrevista, la historia de su tío Juan Macarro Roblas, hermano de su madre, nacido en 1919. Vocacional para sacerdote, carrera que no pudo hacer por falta de subvención, ejerció de dependiente de telas en “El Buen Gusto” de Villafranca de los Barros, tras abandonar la zapatería que aprendió con su padre; Francisco Macarro González, fue, junto, entre otros, con unos primos hermanos, agricultores, cofundador de Los Requetés en Villafranca de los Barros, durante la II República. A pesar de no compartir su ideología política, dice Joaquín, las referencias que de él tengo son las de ser una buenísima persona, como lo demuestra la causa de su muerte.
Situado en la margen izquierda del río Guadiana, una vez cruzado el puente de la carretera BA-640 (Rena – Villanueva de la Serena)…
Con fortificaciones como este nido ametrallador. Hoy en día junto a la mencionada carretera y líneas de trincheras en todo el cerro. También llamado este, como el “Cerro los Rojos”. Una vez finalizada la guerra, dado el tiempo que esta posición se mantiene como republicana, del 1936, comienzo de la contienda, hasta julio del 1938. En este cerro estaban posicionadas efectivos de la 20 Brigada Mixta, encuadrada en la 37. º División Republicana. Dentro de los 64 km aproximadamente que posicionaba a esta brigada. Junto con la 109, la 63, la 91 en el frente extremeño republicano, con la responsabilidad de la defensa de este mismo. Desde el castillo de la Encomienda – Vértice de Tamborrio, siguiendo el curso del Guadiana hasta Medellín y bajando hacia el suroeste, aprovechando el curso del río Guadámez hasta la proximidad de la localidad de Valle de la Serena.